3.1. La limpieza de utillaje, equipos e instalaciones. Concepto, niveles, procesos y productos. Normativa.


En las empresas de alimentación debe establecerse un sistema de limpieza y Desinfección, Desinsectación y Desratización (D.D.D.) programado y periódico, de todos los locales, instalaciones y maquinarias para asegurar la higiene de las actividades que allí se realizan. Si todo está limpio y desinfectado y los alimentos se manipulan correctamente, no existirá riesgo para la salud del consumidor.



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Limpieza y desinfección de los locales.


Limpieza.



La limpieza es un proceso en que la suciedad se disuelve o suspende en detergentes y se arrastra por el agua.


Se limpia utilizando:


  1. Productos adecuados.
  2. Un procedimiento correcto.
  3. Con un programa de limpieza.


Productos adecuados de limpieza.



En el mercado existe una gran variedad de detergentes, los más utilizados son:

  • Detergentes ligeramente alcalinos: Son eficaces para eliminar los restos de alimentos de suelos, paredes, utensilios, etc.
  • Detergentes fuertemente alcalinos: Son muy poderosos para arrancar cera, grasa y suciedad atrasada. Se emplean en la máquina lavaplatos.
  • Detergentes neutros: Son detergentes suaves que se usan principalmente para el lavado de manos o superficies lisas de escasa suciedad.
  • Detergentes ácidos: Se usan para quitar incrustaciones en máquinas o cacharros muy sucios. Si se alternan con detergentes alcalinos se logra la eliminación de residuos calcáreos. Son muy fuertes y hay que usarlos con protección porque pueden dañar las manos y la cara.
  • Agentes abrasivos: Son compuestos que se utilizan sólo como ayuda suplementaria cuando la grasa está adherida a una superficie que ni limpiadores alcalinos ni ácidos la eliminan. Después de usarlos, hay que quitar los restos de detergente con cepillo y abundante agua limpia porque pueden dañar las superficies.

Propiedades de los detergentes.

Un buen detergente debe:
  • Ser humectante (que moja con facilidad).
  • Ser capaz de extraer la suciedad, mantenerla en suspensión y eliminarla con facilidad.
  • No ser corrosivo.
  • Mejor si es desinfectante.
Los productos de limpieza y desinfección deberán almacenarse en lugares alejados de las zonas de manipulación de alimentos.

Procedimiento correcto de limpieza.



Se debe seguir la siguiente pauta:


  • Prelimpieza: Es la eliminación grosera de la suciedad o acondicionamiento en seco. Nunca se debe barrer con serrín por los gérmenes que puede dispersar. El barrido siempre se realizará en húmedo o con aspiradora.
  • Limpieza principal: Es la aplicación de un detergente adecuado para eliminar la suciedad de las superficies alcanzando todos los rincones.
  • Enjuagado: Es la eliminación de la suciedad disuelta en el detergente con abundante agua.
  • Secado: Para secar es conveniente usar siempre papel, ya que los paños si no están extremadamente limpios, pueden contaminar y ensuciar de nuevo. Si se va a realizar una desinfección, debe hacerse entre el enjuagado y el secado final. Es necesario entonces eliminar los restos de desinfectante con agua antes de secar.


Las operaciones de limpieza y desinfección son distintas aunque complementarias.
Las zonas y equipos de uso compartido como tablas de corte, fregaderos, recipientes, etc., necesitan una atención especial en la limpieza por la posible transmisión de microorganismos. Las zonas de difícil acceso, como las situadas detrás y debajo de los hornos, calderas y otros equipos, deben limpiarse completamente retirando el mobiliario. Las vías de desagüe se limpiarán periódicamente, en especial los ángulos, rejillas y esquinas rebajadas.


Se tendrá la precaución de usar diferentes útiles de limpieza en cada zona para evitar el riesgo de contaminaciones. Particularmente tiene que haber un equipo de limpieza para los aseos. Al finalizar la jornada de trabajo deben limpiarse todos los utensilios que se han utilizado (mesas, recipientes, elementos desmontables de máquinas, depósitos, etc.).
La limpieza se hará en ausencia de alimentos.

Programa de limpieza.



Se establecerá un programa de limpieza con una frecuencia que estará determinada en función de la suciedad que exista en las distintas zonas.


El programa de limpieza consistirá en:


  • Preparación previa a la limpieza o acondicionamiento en seco: retirada de alimentos y desmontaje de aparatos.
  • Determinación del personal responsable de limpieza y personal de control.
  • Diseño de los métodos de limpieza y desinfección a utilizar.
  • Frecuencia: hora y día en que se debe realizar cada trabajo.
Una vez diseñado el programa se deberá cumplir estrictamente.


Desinfección.



Consiste en eliminar los microorganismos de las superficies mediante calor o agentes químicos: los desinfectantes.


La suciedad dificulta la desinfección porque protege a los gérmenes contra el desinfectante, por lo que resulta más efectivo realizar la desinfección después de la limpieza.


Métodos de desinfección.



Se puede desinfectar:


  • Por calor: Es el método de desinfección más eficaz ya sea con chorros de agua caliente a 80ºC o por vapor de agua a 85ºC durante 2 minutos como mínimo. El calor actúa sobre los gérmenes desnaturalizando sus componentes.
    Este es el que se utiliza en el lavavajillas.
  • Por cloro hipoclorito de sodio (lejía): Es un excelente desinfectante, uno de los más usados, no es costoso y no deja olor ni sabor si se usa en concentraciones correctas de —100 a 200 mg/l de cloro disponible—. Su acción bactericida es muy amplia ya que elimina las principales bacterias patógenas para el hombre incluyendo algunas esporas. Pero si se utiliza en concentraciones altas es corrosivo, ataca a los metales.
    No destruye la materia orgánica de los alimentos y es muy irritante para las mucosas y la piel del hombre. No debe mezclarse con productos amoniacales o ácidos porque desprende gases tóxicos.
  • Desinfectantes-bactericidas: Estos son específicos para el uso alimentario y tienen total garantía de eficacia. Son marcas comerciales registradas, producto de la investigación y que están perfectamente legalizadas. Tienen alto poder desinfectante y presentan siempre la misma concentración a lo largo del tiempo.

Limpieza de equipos y utensilios.



Es muy importante que los elementos de trabajo estén siempre en perfectas condiciones de uso e higiene para evitar en todo momento que se produzca una contaminación cruzada, es decir, el paso de gérmenes de unos alimentos a otros por la manipulación simultánea de productos de distinta naturaleza.

Cocina.



Para mantener los fogones se debe:


  • Evitar que se derramen líquidos sobre las parrillas calientes.
  • Limpiar diariamente los quemadores levantando la rejilla.
  • Frotar cualquier materia depositada en las superficies y rebordes.

Campana extractora.



Los filtros deben limpiarse semanalmente con agua caliente y detergente e incluir también en la limpieza las paredes de alrededor donde se acumula la grasa.

Hornos.



Es recomendable limpiar las salpicaduras y líquidos derramados antes de que se sequen y queden pegados.

Planos de trabajo —mesas, bancadas tablas de corte superficies de manipulación en general—.



Hay que lavarlos frecuentemente y secarlos bien. Limpieza a fondo al final de la jornada.

Pequeña maquinaria.



Las trituradoras y batidoras deben limpiarse con extremo cuidado después de cada operación para evitar contaminaciones cruzadas. Es mejor usar diferentes máquinas para la carne cruda y cocinada.


Los pelapatatas, corta-fiambres, heladoras, etc., deben mantenerse engrasados.


El baño maría de la mesa caliente siempre tendrá agua para que no se queme la resistencia.


Las freidoras hay que lavarlas con agua caliente y detergente cada vez que se cambia el aceite, enjuagarlas con agua y unas gotas de vinagre y secarlas bien para que no queden restos de frituras anteriores.

Utensilios.



Los utensilios deben ser de metal o de materiales no absorbentes, sin piezas ni mangos de madera.


Si se friegan a mano, hay que:


  • Clasificarlos por orden de suciedad, empezando por los menos sucios.
  • Fregarlos bien por el fondo y la superficie con detergente y agua caliente.
  • Aclararlos con abundante agua corriente para eliminar totalmente el detergente.
  • Escurrirlos alejados de otras áreas de trabajo.
  • Secarlos bien con papel.
  • Guardarlos en armarios limpios y protegidos del polvo.


El lavaplatos.



Para que el lavaplatos realice bien la limpieza es conveniente:


  • Retirar los restos de comida con cepillo o ducha de agua.
  • Colocar adecuadamente la vajilla, sin sobrecargarlo.
  • Utilizar sólo el detergente y abrillantador necesario.
  • Controlar que la temperatura no sea inferior a 80ºC.


Nota importante
Los productos de limpieza y desinfección deben ser almacenados alejados de los alimentos y de las zonas de manipulación de los alimentos.

Tratamiento de residuos.

Almacenamiento, selección y evacuación de basuras.

La evacuación correcta de los desechos en una empresa alimentaria es un proceso de gran importancia. Junto a los puestos de trabajo se dispondrá de suficientes cubos estancos, de cierre hermético y apertura no manual —con tapa accionada con pedal—, provistos de bolsas de un solo uso. Cuando el volumen de residuos lo requiera, se dispondrá de contenedores específicos para su recogida por el servicio municipal de basuras.


Los residuos sólidos se recogerán en bolsas de basura de suficiente tamaño y consistencia, y se retirarán periódicamente al almacén de desperdicios.


La basura es una gran fuente de contaminación ya que está compuesta en su mayor parte por materia orgánica, muy favorable al desarrollo de gérmenes y constituye un foco de atracción de insectos y roedores. Por ello, deberá existir un cuarto de basuras separado para el almacenamiento de desperdicios, no se deberán almacenar en las zonas de manipulación. En estos lugares denominados zonas sucias se extremarán las medidas de higiene para evitar cualquier riesgo de contaminación a las zonas limpias.
El cuarto de basuras deberá tener contenedores para seleccionar los distintos tipos de desperdicios y darles el tratamiento adecuado.


Para evitar la putrefacción de los residuos orgánicos sería conveniente almacenarlos en un local refrigerado, o por lo menos bien ventilado, alejado de la zona de preparación de alimentos, de fácil acceso y cerrado.


Selección.



  • El vidrio, así como el papel y cartón, son materias reciclables por lo que se depositarán en contenedores específicos.
  • Los plásticos son sustancias nocivas medioambientalmente que se deben también seleccionar en contenedores especiales.
  • Los residuos líquidos se desecharán por desagües conectados a los sistemas de alcantarillado.
  • Los aceites de fritura deben de ser colocados en contenedores específicos y retirados por empresas de recogida de aceites, ya que son un foco de contaminación importante.